Sábado 18 de junio en la madrugada

Varias noches me he despertado sintiendo el ruido de un motor (ahora mismo, por ejemplo). Es imposible que se trate de un avión, porque a esta hora no hay vuelos, además, las aeroevacuaciones, que se realizan a distintos horarios, han sido suspendidas por el mal tiempo. También he pensado que puede ser una embarcación cruzando el Beagle, pero su ruido es demasiado intenso y uniforme, así que lo descarto. La teoría que más me convence, por ahora, es que en algún punto de la Isla Navarino, el viento sopla tan fuerte y libre de obstáculos, que se transforma en un sonido constante y adormecedor, como un motor en pleno funcionamiento. Me aferro a esa idea, aunque tampoco descarto otra: simplemente estoy comenzando a imaginar cosas.